“Maldigo a Mariano Medina
cada vez que las nubes ocultan el sol”
(Espiando a mi vecina, del minielepé Un pingüino en mi ascensor, 1987)
Además de por aparecer en la canción “Espiando a mi vecina” de Un pingüino en mi ascensor, Mariano Medina es famoso por haber sido el primer Hombre del tiempo en la historia de la televisión española. Su voz monocorde recitando las previsiones es un recuerdo imborrable para todos los que vivimos aquella época en la que la pequeña pantalla era un monopolio del Estado y el mando a distancia un accesorio totalmente accesorio, puesto que sólo había dos canales.
Por lo visto Mariano, nació en Las Ventas con Peña Aguilera, ese pueblo de nombre tan extraño en la provincia de Toledo, el 8 de Julio de 1922.
Era Doctor en Ciencias Físico-Químicas e ingresó en el Cuerpo Facultativo de Meteorólogos (actualmente Cuerpo Superior de Meteorólogos del Estado) con el número 1 de su promoción.
Inició su relación con los medios de comunicación haciendo los pronósticos meteorológicos en el programa Cabalgata fin de semana de la Cadena Ser, donde le bautizarían como El hombre del tiempo. De allí pasaría a Televisión Española desde su apertura en 1956, primero con el espacio diario Del observatorio a su receptor (1956), y después con la sección de El Tiempo en Telediario, hasta 1985, año en que se retiró.
Mariano Medina murió en Madrid el 28 de diciembre de 1994, durante el comienzo de esa era oscura para los meteorólogos en la que las televisiones privadas y autonómicas decidieron que para dar el parte del día siguiente lo importante no era tener una buena formación científica, sino un buen par de pechos.
En los conciertos de Un pingüino en mi ascensor, el público suele gritar “Cabrón” tras escuchar el nombre del célebre meteorólogo, pero siempre desde ese cariño que inspira la nostalgia.
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